Preservación de la fertilidad
En las últimas décadas, en las sociedades occidentales, se ha observado la tendencia de retrasar la edad del primer embarazo. Esto se debe a que la mujer decide en qué momento quiere ser madre. Debido a condicionantes sociales, profesionales o personales este momento puede retrasarse.
Por otra parte, no hay que olvidar que la reserva ovárica, es decir, el número y calidad de óvulos que tiene una mujer, va disminuyendo con la edad y es especialmente notorio a partir de los 37 años.
Si se decide posponer la maternidad y se está en una franja de edad límite, los avances tecnológicos nos permiten la opción de la criopreservación o vitrificación de los óvulos
¿Qué es necesario para vitrificar óvulos?
El primero es conocer exactamente qué reserva ovárica se tiene en este momento. Para ello utilizamos los llamados marcadores de reserva ovárica: la hormona antimulleriana y el recuento de folículos antrales que se observan por ecografía. También se hace una valoración general para detectar posibles contraindicaciones al tratamiento
Si los marcadores de reserva ovárica estuvieran ya alterados entonces no se recomendaría el proceso. En general es aconsejable realizarlo antes de los 35 años. Es muy importante el conocimiento de los resultados de la técnica que pueden variar en función de la edad y otros factores de cada mujer.
¿En qué consiste?
Consiste en realizar una estimulación hormonal para reclutar múltiples folículos. El tratamiento suele durar unas dos semanas y se puede realizar una vida normal a lo largo del mismo. Una vez obtenidos los óvulos se procede a su vitrificación
¿Y en un segundo momento?
Cuando la mujer decide que es el momento de embarazarse se procederá a la descongelación de los ovocitos y se continuará como un proceso de fecundación in vitro habitual (ver) con la fecundación de los mismos, valoración de los embriones y transferencia embrionaria. Los embriones sobrantes de calidad que quedaran podrían a su vez criopreservar.
Pide una cita